Las esculturas de Rodrigo de la Sierra tienen una tendencia hacia el realismo, o
hacia una interpretación de una realidad, y el artista las desarrolla siguiendo un
tema, como la serie “Acróbatas” o la serie Wall Street.
“Acróbatas” es una incursión del artista en un mundo mágico donde los protagonistas
aparecen suspendidos en el espacio, pendientes sólo de un lienzo, y parecen desafiar
los efectos de la gravedad y expandir el ámbito de lo probable.
En sus obras el escultor hace una observación rigurosa de la anatomía humana, tanto
masculina como femenina, mientras explora las fronteras expresivas del cuerpo humano.
Ubica sus esculturas en un contexto urbano, y en no pocas ocasiones estas encierran
un discurso que el observador va descubriendo en la comunión con la obra.